Ukelele songs



Dos veces me escribió Florencia para ponerme el mundo patas arriba. Para bien. De ese tipo de patas arriba que llevan a descubrir las estrellas, constelaciones, un universo nuevo.

La primera vez fue para invitarme a pasar por Ediciones Lea, hablar con los editores y ver si me interesaba hacer libritos de tutoriales a crochet. Ya sabemos cómo terminó eso, ¿no?


La segunda fue para preguntarme si podía tejer un amigurumi en especial. Claro que sí, le dije (no tenía ni la más mínima idea de lo que me iba a pedir, pero aprendí a decirle que sí, porque seguramente van a estar buenas las patas arriba). Y cuando le pregunté qué bicho quería me mandó esta foto:


Eddie Vedder.

Ops.

Ya no era un Minion ni un gato ni una nena abeja que pasa por caricatura, no. Era una persona. Un ser humano. Y un ser humano peludo y barbudo. Recórcholis, Batman.

Generalmente, cuando me piden un muñeco, es un personaje que conozco bastante bien o al menos intuyo. Pero de Eddie Vedder la única imagen que tenía era la de un melenudo cantando Jeremy allá por la época en la que yo me ponía del lado de Nirvana. Claro, Pearl Jam no entraba, eran como Boca y River para mí (sí, en una época de mi vida no aceptaba que las paradojas se conciliaran, los dos polos de una misma cosa, et cetera, et cetera).

Así que decidí ponerme a tono. No podría tejer un muñeco sin tener idea de su vibra, no sé, algo. Con la foto no me alcanzaba y a decir verdad no tenía muchas ganas de ponerme a escuchar grunge de nuevo. Florencia me había hablado de un ukelele y del disco de canciones con ukelele de Vedder, que ahora andaba por esa onda tocando con Jack Johnson y eso me entusiasmó más. Conseguí el disco en Spotify (una aplicación que encontré en FB y que resultó ser genial -sacando la publicidad- para escuchar cualquier cosa que se me antojara buscar) y me tiré en picada (tejiendo) a escuchar.


Me enamoré. Así, frente manteca.



And when the time is right, I 
hope that you'll respond 
like when the wind gets tired 
the ocean becomes calm 
I may be dreaming but I'm 
longing to belong 
to you


♥Ahhhh♥

El disco se llama Ukelele Songs y es maravilloso (click acá para escucharlo completo). Lo habré escuchado como veinte veces ya. Banda de sonido ideal para arrancar y tejer a don Vedder sin parar, salvo para comer y dormir.


Lo que también descubrí, y terminó de conectarme emocionalmente con muñeco Eddie, fue The long road, una vieja canción que es parte de la banda de sonido de Eat, Pray, Love, una peli que me voló la cabeza porque es un poco como la historia de mi vida (sin Felipe, todavía, ¡pero, che, ya ando buceando por la parte Pray!).


Así que escuchando a Vedder y descubriendo que ahora me encanta su voz, tejí y tejí y tejí y en tres días terminé el muñeco. Para ser el primer muñeco de ser humano que tejo, lo veo bastante bien. Me salió con papada, Vedder no tiene la mandíbula así. Pero Florencia lo aceptó así y así lo adoptó con tanto cariño que no me costó soltarlo. Ya soy grande, no tengo que aferrarme ni a los muñecos ni a los ídolos musicales jejeje.




¿Eh? Ah, si, listo, basta de vueltas. Les presento a mi querido Vedder :)

Chachánnnn:





Creo que me haré uno para mí, porque un poco lo extraño. Y me han dicho que le mande la foto (o el muñeco) a Vedder porque deben conocerse... La idea de hacerlo me hace doler el estómago, pero no la descarto. Al contrario, es muy probable que lo haga. ¡Venciendo miedos es como llegamos a la parte Love!

Por ahora, me voy a ensayar la parte Eat, mientras escucho el ukelele antes de una linda relajación ;)

♥Mate♥Moka♥

LoVe!






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