Al pan, pan y al dulce, dulce.

Una de las cosas que más me gustan de las fiestas de fin de año es el pan dulce (o panettone). Será por mis raíces italianas, porque en otra vida debo de haber sido romana o simplemente porque me recuerda mucho a mi infancia, cuando las tradiciones eran mucho más místicas que ahora. No es que hayamos cambiado mucho la tradición, pero todo en este mundo tiende a diluirse, así que, en vistas de esto, este año milité por la conservación de ciertos items tradicionales. Primero, el arbolito de Navidad en mi casa por primera vez en cinco años. Segundo, el pan dulce. Fue la parte más complicada porque en mi lugar en el mundo, para las fiestas, hay una sensación térmica que llega a los 40° centígrados. No es una sensación térmica como para ponerse a hornear, precisamente. Y por otro lado, en mi lugar en el mundo, para estas fiestas, hubo cortes de luz por días, así que prender el horno (que es a gas) sin poder siquiera prender luego un ventilador (que es eléctrico), exigía demasiada mística junta.

Perseguí a mamá durante quince días repitiendo hagamos el pan dulce hagamos el pan dulce hagamos el pan dulce. Y una tarde de 40° la convencí y fuimos a comprar la fruta abrillantada, las nueces y las pasas de uva. Lo voy a hacer yo, le dije, así saco fotos y hago un tutorial para el blog. La idea era genial, sonaba genial, iba a ser llevada a la práctica con absoluta genialidad...

Pero no. Al otro día, muy temprano, mamá hizo el pan dulce, sola. Ya me conoce, sabe que si tiene que esperarme para hacer algo en la cocina, más vale lo hace ella. Y los horarios en los que me vuelvo disponible no son los más adecuados para prender el horno en época de fiestas. Primero me desilusioné, porque planeaba hacerlo yo, aprender, y de paso hacer la crónica del hecho, mi primera crónica en la cocina. Mi primer tutorial de algo en el nuevo blog. Pero luego entendí que mejor, imposible. No me había tenido que enchastrar hasta el cuello amasando (disculpen, no soy amante de la cocina como mis queridas bloggers inglesas y veo que no llego a serlo ni siquiera leyéndolas a ellas), no había tenido que madrugar, no había tenido que sufrir el calor del horno y mamá había sacado fotos, como yo había dicho que haría.

Lo mejor, comer el pan dulce, eso sí lo hice. Y con todo el talento del mundo. Ahora estoy esperando que aparezca otra oportunidad para hacer comer pan dulce y tengo las fotos y la receta, redactada por mamá y todo. Para la posteridad. ¿Se animan a hacerlo? ¿Y me cuentan cómo les fue?


Receta de Pan Dulce por Susanita

Ingredientes (4 panes)


  • Levadura, 50 gr
  • Leche, 2 tazas
  • Harina común, 1 kg
  • Huevos, 4
  • Azúcar, 500 gr
  • Manteca, 200 gr
  • Nueces, 200 gr
  • Fruta abrillantada, 250 gr
  • Pasas de uva sin semilla, 250 gr
  • Esencia de vainilla y ralladura de limón

Disolver 50 gr de levadura en 2 tazas de leche tibia; poner en un bol 500 gr de harina común y agregar la leche con la levadura; dejar leudar, hasta que duplique su volumen, dentro de una bolsa de nylon (para que esté calentita). Cuando esté listo, agregar 4 huevos, 500 gr de azúcar, 200 de manteca blanda, esencia de vainilla y ralladura de limón. 


Agregar 500 gr de harina de a poco e ir mezclando hasta que puedas ponerla sobre la mesa y amasarla (si es necesario agregar más harina). Amasar hasta que la masa quede lisita; dejarla descansar dentro de una bolsa hasta que vuelva a leudar; amasarla nuevamente y dejarla leudar... así 2 o 3 veces para que te salga bien livianito.
En otro bol poner 250 gr de pasas de uva sin semilla, 250 gr de fruta abrillantada previamente enjuagadas y escurridas en un repasador y 200 gr de nueces picadas. Espolvorearlas con harina y mezclarlas bien.

Cuando la masa esté bien grandota dividirla en trozos pequeños y agregarle la fruta, pasas y nueces. 

Amasar hasta que se integre todo.

Dividir la masa en 4 y hacer los bollos bien prolijitos. 

Colocarlos en los moldes de papel para pan dulce (estos eran grandes, se pueden poner en moldes de 1/2 kilo). 

Dejar leudar nuevamente bien tapaditos, pintar la superficie con huevo y hornearlos en horno bien suave aprox. 1 hora. Como ya sabrás, para ver si están cocidos pincharlos con un palito y si sale limpio ya está!!

NOTAS
  • La fruta abrillantada se enjuaga para que el pan no salga oscuro.
  • Si querés, antes de pintarlo con huevo, hacele unos cortes en la superficie en forma de triángulo o de cruz, si no lo hacés, sale rico lo mismo!
  • También podés decorarlo con cerezas y frutas secas (queda pituco, pero muy cargado).
  • Mientras el pan está en el horno, podés hacer un almíbar consistente y agregarle mermelada de la que tengas para pintar los panes apenas los saques del horno: así quedarán brillantes y más vistosos. Si no querés, da igual...




¡Ñam ñam!


Año nuevo, abeja nueva




¿La conocen? Tan simpática ella, es portada de un disco de Blind Melon, una de mis bandas favoritas, y protagonista de uno de sus videos. Tan protagonista que más de una vez he vivido esta situación:

-Me encanta Blind Melon. ¿Los conocés?
-¿Mmmnop?
-Son los de la canción 'No rain'.
-Mmm...
-Esa que en el video sale la nena abeja...
-Ahhhh sí, sí, sí, ya sé, ya sé.

¿Quién no ha visto ese video? Pero como siempre hay alguien que acaba de llegar de Marte, aquí lo tienen, el video de una mis canciones TopTen:





Me encanta. Siempre me encantó, desde hace casi unos veinte años (mamma mia!), y este año estuvo más que presente. Llegué a un lugar en el que me sentí la nena abeja cuando llega a la reja y descubre a todas las abejas bailando como ella, así que cuando le conté esto al gran amigo que me llevó a este panal, dejó de llamarme Corita para llamarme Abeja.

Por eso, cuando ya rebautizada y reenamorada de Blind Melon encontré esto en Tales of twisted fibers, casi me caigo de la silla. De sorpresa, de ansiedad, de hormigas en los dedos porque ya, ya, ¡YA, tenía que hacerme una!



Lo primero que hice fue escribirle a la maravillosa dueña del blog: Serah alias Twisted Fibers. Le dije algo así como 'AhhhhhhhHHHHHHA'... Ah, no, eso lo pensaba. Le dije algo así como 'Voy a darle una oportunidad al tutorial'... No, fue algo un poco menos contenido. Pero ustedes me entienden, no tengo mucha memoria, sé que le dije algo en estado de shock. Y Serah me contestó diciendo que estaba muy contenta por mi entusiasmo, que cuando hiciera mi Beegirl, se lo dejara saber.

Lo segundo que hice fue proclamar a los cuatro vientos que tejería mi Beegirl y no sólo me puse la foto de portada en FB, sino también ¡una de perfil! Las tomé prestadas del blog de Serah, miren, ¿no son alucinantes?:

(Click en la imagen para ir al sitio)


Pero, como pasa con las cosas que más queremos en esta vida, siempre las pateamos para más adelante. No entiendo por qué hacemos eso... Será que no nos permitimos disfrutar, o tememos quedarnos sin deseos, o qué. No sé. Si hay alguien que haga lo que más quiere antes que cualquier otra cosa, que me escriba y me explique cómo lo hace y cómo le va.

Así, sorteando oportunidades, pasaron unos cuantos meses, algo así como cuatro o cinco. Siempre pensando: cuando tenga tiempo, voy a tejerme una Beegirl. Para mí. Para mí solita. Hasta hoy. Hoy me encontré con tiempo y sin saber con qué proyecto seguir. Tengo algunos Minions encargados y debería tejer las carteras para llevar a Córdoba este verano, pero no tenía ganas de 'trabajar'. Tenía ganas de hacer algo por el simple gusto de hacerlo. ¡Y me funcionó la memoria! ¡Me acordé de la Beegirl!

Estuve toda la tarde y parte de la noche. En verdad, parecía súper simple, pero tiene tanto nivel de detalle que se consumieron las horas. Y encima tuve mi iniciación en bordar ojos y cabellera y en tejer rayado para el sombrero y los mitones, algo que me exaspera un poco pero que logré dominar... en la última vuelta del sombrero, obvio.

¿Les muestro? Bueno, ahí va:

El inicio

Va tomando forma

Bordando el pelo

Cabeza en su lugar

¡Beegirl posando! Wiiiiiiiiiiii!

Notarán que tiene el pelo relargo: es que este año yo NO me pienso cortar el pelo. También notarán que mi fuerte no es el alambre, así que espero que mi hermano venga un día a casa o yo vaya a la suya y tengamos alambre un poco más fino así me hace unos anteojos un poco más decentes para mi dulce Beegirl...

Ya tendré unos anteojos menos bizarros...

Mi dulce Beegirl. Me gusta cómo suena. Y fue el mejor proyecto para comenzar este 2014, tan auspiciado. Espero que ustedes también encuentren su proyecto ideal a diario y que empiecen ¡con-to-do!

Les dejo el tutorial en castellano, traducido por Lyanne, de Los enredos de Lyanne, por si el inglés se les complica y quieren, ansían, se mueren por hacer su propia Beegirl.

Cariños!



Gracias, Twisted Fibers






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